OJALÁ Y ALGÚN DÍA

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Ojalá y algún día puedas olvidarme,
y es que nunca tomaste en serio mis sentimientos,
nunca existió mi dolor para ti, 
decidiste ir, quizás, para volver algún día donde ya no está tu sitio.
Ahora, procuras saber de mí, 
 no te sientes con fuerzas suficientes para enfrentarte a tus miedos,
echas de menos el silencio compartido
y así lo expresas.
Algo real.

Ojalá y algún día tus recuerdos los ocupen otros,
y es que ya no quiero, ni tengo fuerzas para habitar ni esa parte de ti.
Me cansé de esperarte, de vivir buscando continuas explicaciones
a lo sucedido, de justificar, de intentar recuperar lo que 
realmente nunca fue mío.
Pero ya nada importa, tuve la energía suficiente
para reponerme al desconsuelo que significaste para mis días,
he vuelto a disfrutar de mi soledad, así como
de toda la gente que me rodea y había desdeñado.

Ojalá y algún día seas feliz con aquello
que te alejó de mí, que ya no necesites una versión mejorada,
que comprendas que somos únicos e incomparables,
que seas valiente para tomar tus decisiones y
fuerte para afrontar lo que conllevan.
No, ya no soy esa persona que conociste,
ya no te puedo socorrer en este momento  en el que necesitas comprenderte,
descifrar lo que haces mal en brazos de otros.

Ojalá y el tiempo te trate bien,
que te convierta en aquella mujercita que siempre soñabas,
que estoy seguro que has logrado ser,
que sigas cumpliendo metas vitales para ti, 
aunque con ellas eludas lo más importante.
Yo me sigo alimentando de sueños y
procuro restablecer el orden de mis días cada vez que pierdo el equilibrio,
cada vez que me sumerjo en ese mar infinito
de amores no correspondidos.
Pero descuida, ahora estoy bien, ya lloré demasiado.

Ojalá y no vuelvas a aparecer, porque más tarde siempre desapareces
y aunque ya no albergo ningún sentimiento de los que tanto
y tanto daño han provocado, tu presencia me incomoda,
...
sé que no es real.
















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