AQUELLA NOCHE

Aquella noche,
esa noche en la que nada funcionaba correctamente,
en la que se había instalado en mí aquel vacío existencial y
en la que por fuerza me obligaron a huir de mi soledad por un momento;
esa noche, en la que nada existía,
en la que nada importaba,
en la que me encontraba aturdido y una indefinible apatía se había apoderado de mí.
Aquella noche en la que podría haber imaginado cualquier cosa,
menos a ti.

De repente tú, con tu mirada, mi mirada.
Si, aquella noche.

Esa noche en la que conseguimos hacernos invisibles estando rodeados por tanta gente,
en la que derribamos todas aquellas barreras que nos separaban y que nunca pensamos
que tiempo más tarde volveríamos a construir.
Esa noche en la que dejamos al mundo sin mariposas,
en la que ya nada volvería a ser como antes,
en la que ya nunca imaginaría nada sin tenerte a mi lado.

Aquella noche que dio paso a esa divina locura que fuimos los dos,
con nuestros aciertos, con nuestros errores.

La noche que te conocí supe todo de ti antes de escuchar tu nombre,
no hacía falta hablar, tus ojos me lo contaron todo.
Luego fue muy fácil,
poco a poco fuiste mostrando todo aquello que guardabas para mí.
El tiempo no avanzaba, se había detenido para nosotros.
Pasaron los días y llegaron nuevas noches,
fue inevitable quedar atrapado en tu sonrisa, como
inevitable fue perdernos porque así estaba escrito que sucediera.

Pero aquella noche conservará su magia en mi recuerdo,
en tu recuerdo y aunque nuestro error nos privó de seguir hablando de estupideces,
nunca podremos olvidar que sucedió.
Que nuestras miradas no se abandonaban y no fue algo provocado,
eso nos hizo ganar tiempo, nuestro tiempo.
Que la lluvia que caía nunca borraría
los ¨te quieros¨ que publiqué por diversas paredes, esos que años
después aún perduran aunque no nos pertenezcan.

Aquella noche guarda todos los besos que nos dimos,
algunos al aire, otros escritos;
las caricias de cada amanecer, los abrazos de las despedidas,
las lágrimas del final,
el odio, el olvido, el recuerdo.

Si, aquella noche en que nos conocimos tú y yo,
en la que decidimos ser valientes y correr el riesgo de estrellarnos,
en la que no atesoramos miedo por sentir e intentarlo todo,
la que dio paso a nuestras alegrías, luego al dolor, la que ahora guardamos con cariño,
con la que crecimos, la nos hizo ser mejor.





















Comentarios

Entradas populares de este blog

EL DÍA MENOS PENSADO

TODAS LAS PROMESAS DE MI AMOR SE IRÁN CONTIGO

AHORA QUE TE HAS IDO