Entradas

Mostrando entradas de 2019

DISPARA

Aprieta el gatillo que esconde tu lengua  y acaba con este silencio inocuo antes de que empiece a doler. Que el eco de tus palabras apaguen léntamente  mi corazón y reabran heridas que solo tú supiste curar cuando tan siquiera erámos nada. Que florezcan de nuevo todos mis miedos si es necesario. Dispara,  con esa fuerza que nos dio la mágia que decidió unirnos, pues ya no me queda aliento para la defensa  y creo encontrarme preparado para ensombrecerme alejado de ti. Hazme creer que todos los errores bien merecen una despedida. Declárame culpable antes de sumirte en esa ausencia que jamás volverá a ser compartida conmigo y promete sinceramente que eso no me elevará hacía la locura. Que una vez esparcidos mis pedazos no habrá espacio para echarte de menos. Necesito concebir, antes de que todo acabe,   que por mucho que escalé nunca alcancé tu altura, que no fue suficiente eso de quererte, o que simplemente fue cuestión de modas. ...

TODAS LAS PROMESAS DE MI AMOR SE IRÁN CONTIGO

Detesto este cambio de estación que te ha convertido en otoño disfrazada de ausencia. Yo, tan imbécil como siempre, añoro el olor de esa última noche de verano en que te sentí tan cerca, y aún reprimo el deseo de recorrer minuciosamente cada parte de tu cuerpo con mi lengua. Sufro de ausentismo cotidiano y falta de aliento si me sueño contigo. Cada mañana ,cuando despierto, eres la primera imagen que mi mente proyecta. Podría considerarte como uno de esos accidentes que provoca la niebla, pero que nadie se alarme, siendo tan majestuoso el resultado, que mi camino se nuble y se llene de piedras. Eres la cuenta atrás de mi próximo abrazo, el minuto cero del día en que perdí la cabeza,  la comprensión al fin de la absurda canción de Jeanette y el lugar al que ahora se irán mis promesas. Detesto este cambio de estación que te ha convertido en otoño disfrazada de ausencia, porque todas las promesas de mi amor se irán contigo, si tú te vas, si no estás cerca.

CARTA Nº1 -Sentir-

Aún conservo aquella esencia de lo que siempre fui, aunque las circunstancias difieran significativamente de aquellos días en los que con tanta intensidad  te eché de menos.  Cuando era tu recuerdo lo único capaz de arrojar luz a mis silencios. Cuando con tu nombre declaraba el motivo de mi pena y aún así,  me sentía afortunado por haberte conocido.  Cuando caminaba en solitario por el sentido opuesto al que solíamos recorrer agarrados de la mano (ella y yo)  o cuando todas las sonrisas  sabían a amargo tras asimilar tu despedida. Cuando comprendí que el vacío experimentado en tu ausencia me acompañaría durante toda la vida. Cuando necesité llorar para olvidarte o cuando reí de nuevo al volver a visitarme. Mantengo intactos todos esos sueños que las lágrimas no han borrado,  que ni el tiempo ni las personas han conseguido deteriorar.  Aquellos que tantas veces susurré al oído de quien cruzaste en mi camino ...